He escrito este libro para tratar de romper el grueso muro de silencio, de incomprensión y ostracismo levantado por la mayoría de los medios intelectuales de Occidente.
Para ellos, hablar sobre la eternidad continúa siendo tolerable decir que se pueda vivirla, se convierte en algo más discutible; afirmar que se pueda entrar en comunicación con ella, es algo que se considera inadmisible.
Como sacerdote y teólogo que soy, he intentado llegar hasta el fondo del asunto.
¿Por qué todos estos testimonios deben ser consideraron como sospechosos?. Cuando el contenido de los mensajes y comunicaciones grabados en magnetofón coinciden, como lo demuestro en el libro, con los grandes místicos de diversas tradiciones, allí hay algo más que una simple coincidencia. Por eso, he seguido y estudiado con entusiasmo los resultados de las investigaciones más recientes sobre el tema. Las conclusiones de este estudio han dejado cortas mis previsiones: no sólo la credibilidad científica de la experiencias de comunicación con los “ difuntos” se encuentra confirmada y actualmente ya no puede ponerse en duda, sino que la prodigiosa riqueza de esta literatura del más allá ha logrado avivar en mí el fuego que siglos de intelectualismo teológico había apagado.
Nuestra época está, sin duda, en vísperas de una conmoción sin precedentes en la historia de su desarrollo espiritual. Tan sólo es necesario que, por fin, abra los ojos a este descubrimiento fundamental: LA ETERNIDAD EXISTE Y LOS QUE VIVEN EN EL MÁS ALLÁ SE COMUNICAN CON NOSOTROS.
1 comentario:
Felicidades, me ha emocionado muchísimo todo lo que he leído.
Un gran saludo y bendiciones
Isthar
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