sábado, 26 de enero de 2008

PARTIDA DE UN SER QUERIDO (va por mi Papito)


La familia no se destruye, se transforma.
Un ser querido va hacia lo invisible.
Nos parece que la muerte es una ausencia mientras que es una presencia secreta.
Nos parece que crea una distancia infinita, mientras que de hecho suprime toda distancia llevando al Espíritu lo que estaba ubicado en la carne.
Cuanto más seres se hayan ido del hogar, más lazos con el cielo tienen los supervivientes.
El cielo ya no está poblado solamente por los ángeles, los santos desconocidos y por Dios misterioso: se vuelve familiar.
Es la casa de la familia, la planta de arriba de esta casa, por decirlo así.
Y de arriba a abajo, el recuerdo, los auxilios, las llamadas...se responden.

Padre Sertillanges

1 comentario:

cristina moreno dijo...

LA PERDIDA ES DOLOROSA Y EN OCASIONES NOS CUESTA ACEPTAR QUE AUN SIGUEN CON NOSOTROS EN ESPÍRITU, MAS LA FALTA DEL CUERPO FÍSICO ES AUN MAS DIFÍCIL DE SUPERAR, PERO TODO LLEGA A SU TIEMPO CUANDO ENTENDEMOS Y ACEPTAMOS "QUE NI LA HOJA DE UN ÁRBOL SE CAE, SIN QUE DIOS LO DIGA"
GRACIAS