ANGELES EN CASA
(Ritual Cadena)
Ritual
1) - INTRODUCCIÓN:
Este Ritual se celebra por lo general en forma de Cadena, es decir, se recibe y se envía a personas previamente determinadas. También puede practicarse individualmente, omitiendo la parte de la cadena con los arreglos que correspondan. O eligiendo sólo los destinatarios, al no haberlo recibido de otro. Alguien te eligió a Ti para que lo recibas, aunque lo hayas hallado “por casualidad”. Tú deberás pensar muy bien si eliges o no a quien enviárselo. Es decir que inicialmente debe existir una responsabilidad previa, que se pone de manifiesto al seleccionar a los recipientes adecuados a quien se lo enviaremos, o al decidir que para esta ocasión mejor no lo enviamos a nadie. Nosotros lo decidimos. Los Ángeles no nos castigarán por no cumplir con estos requerimientos, ni por ningún otro motivo, porque son todo Amor. Pero si no celebramos este Ritual -o cualquier otro- con el Amor, el Respeto y
2) – PREPARATIVOS:
a.- Recepción: Este ejercicio comienza cuando descubrimos el ejercicio por nuestros propios medios o alguien nos avisa con cierta anticipación que nos lo enviará. Lo correcto sería que nos avise con tres días de anticipación para darnos tiempo a preparar lo necesario. Si nos interesa hacerlo aceptamos el compromiso. Si sabemos que hay alguna dificultad lo rechazamos. Una vez que aceptamos, comenzamos a preparar el Oratorio. Si lo recibimos por otro medio que no sea cadena, podemos celebrarlo en forma individual o iniciando una cadena a partir de nosotros. En tal caso, no hay prisa.
b.- El Oratorio: No es otra cosa que un lugar del que podemos disponer con alguna intimidad para nuestro trabajo esotérico. Debe contar también con las tres condiciones ya referidas. Y, preferentemente, deberían poder permanecer los tres días que dura el ejercicio tal como lo preparamos. Si eso no es posible, deberemos desarmarlo al finalizar el trabajo diario y guardar los elementos con cuidado. Quienes nos dedicamos a los temas esotéricos generalmente nos comprometemos ante nuestra Escuela, Maestro, Ángel, Preceptor o Guía, a tener un Oratorio siempre listo, en el que todos los días efectuamos de por vida nuestro trabajo a favor de nosotros, de nuestro mundo y de la humanidad. Cuando el Oratorio está armado, aunque sea una mesita de luz o de estudio, se convierte en un lugar Sagrado y debemos comportarnos ante él apropiadamente.
c.- Destinatarios: Lo siguiente es decidir si lo enviamos a otras personas o no. En caso que nos decidamos por el sí, deberemos pensar bien a quienes se lo enviaremos. Deben ser otras tres personas cualesquiera, con el único requerimiento que lo acepten de buena fe, a quienes les prometemos el envío para dentro de tres días. Cuando tenemos decidido quienes serán las tres personas, les pasamos antes que otra cosa y en ese mismo momento estas instrucciones, para que se familiaricen con ellas y preparen todo. De inmediato nos ponemos nosotros a cumplirlo. No es bueno enviarlo a cualquiera para sacárnoslo de encima. Por respeto, mejor es no darle curso. Si uno lo recibe pero luego decide no hacerlo, sólo habrá cometido una falta contra sí mismo y contra quien se lo envió, pero no es cierto que la falta se haya cometido ante los Arcángeles… El traslado sólo obedece a la necesidad de compartir y divulgar algo que nos resulta positivo y grato. Nada más.
d.- Materiales: Ahora les detallo lo necesario para realizar este Ejercicio apropiadamente, ya que lo deberemos preparar con antelación.
# Cuatro velones grandes blancos, que duren encendidos los tres días:
# Cuatro flores blancas en su florero, copa o vaso, que deberá mantenerse por los tres días. Por su tamaño, perfume y calidad, son ideales los jazmines, claveles, rosas o similares. Cada uno verá las que hay disponibles según el país, la época y el costo.
# Un apagavelas de cualquier tipo. El esoterista sabe que el fuego del Oratorio es Sagrado y nunca debe apagarse con un soplido. Se lo debe apagar con un apagavelas o en su defecto apretando con dos dedos humedecidos la base del pabilo. Si lo hacemos con decisión y sin vacilar, no nos quemamos. (Hay que practicarlo…)
# Un Oratorio no está completo si no contiene la simbología de los cuatro elementos de la naturaleza y algún Símbolo o Imagen Sagrada de nuestra preferencia. En este caso estarán los cuatro elementos en los materiales enumerados. La tierra en las flores, el agua en los floreros y el fuego en las velas. Falta el aire, que se representará con el humo de varios sahumerios de buena calidad colocados en una base apropiada que proteja el Oratorio de las brasillas que puedan caer. O el de incienso, mezcla o hierbas aromáticas colocadas en un incensario o sahumador. La imagen o símbolo Sagrado puede ser una Cruz cualquiera, (Católica, Anksata, Celta, Caravaca, Rosacruz, etc.) un Buda, una Virgen, un Ángel, un Sagrado Corazón, una lámina, estampa o cualquier Icono que nos resulte inspirador. Ese es el requerimiento principal: debe resultarnos inspirador.
# Un esoterista que se precie tiene una ropa especialmente dedicada para trabajar en el Oratorio. Debe ser blanca, por lo que simboliza y por la característica especial de no absorber ninguna vibración. El blanco las rechaza a todas. Sirve un equipo deportivo, un juego de ropa común, una túnica, capa, sábana, mantel, lo que sea… ¡pero limpio! Inclusive es recomendable lavarse las manos o –mucho mejor- tomar una ducha y beber un vaso de agua fresca antes de practicar el trabajo espiritual.
# Finalmente deberemos imprimir este Ritual, porque no podremos celebrarlo leyendo los diferentes puntos desde
# Por supuesto, ustedes verán que hay muchas cosas que pueden evitarse. Si les parece, evítenlos. Pero recuerden que cuanto más se ocupen de los detalles, mejor resultará todo. Ustedes lo deciden. Estas son instrucciones generales muy bien detalladas. Son las que practican los magos y esoteristas consumados.
# Puede agregarse un equipo de audio para acompañar el Ritual con un fondo suave de música inspiradora, no rítmica ni ligera.
3) – DESARROLLO:
a.- Invocación: Cuando llegue la hora que nos avisaron que nos enviarían nuestros Ángeles (o cuando nosotros lo hayamos dispuesto) comienza el ejercicio. En realidad serán cuatro Arcángeles. Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel. Son Entidades muy superiores y debemos entender que este ejercicio significa que nosotros nos armonizaremos con Su energía, pero para nada que Ellos llegarán a nuestra casa ni a nuestro Oratorio. Así como debemos ser respetuosos, también deberemos ser coherentes. Pero esto no debe desalentarnos, ya que el trabajo de armonizarnos con Ellos es por sí mismo un ejercicio trascendental y de gran contenido místico. Cuando estamos en Paz, decidimos iniciar el trabajo.
Sentados en nuestro Oratorio, permanecemos unos minutos en meditación, preparándonos para
“Amados Arcángeles Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel: los invoco desde lo más profundo de mi Ser en los lazos de
b.- Recepción: Seguidamente tomarán la vela e irán a la puerta o ventana principal de la casa, como para oficiar de guía a los Visitantes. Visualizan con gran fuerza interior la llegada de las Cuatro Presencias, preferentemente en la forma de cuatro llamas o rayos de luz, aunque puede ser en la forma que más prefieran. Invítenlas a pasar como si se tratara de visitantes físicos, con esta otra oración, siempre en voz baja y clara:
“Amados Arcángeles Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel, sean bienvenidos a mi hogar, que será santificado por su presencia y voluntad. Los invito a mi Oratorio, al corazón de mi casa y al corazón de mi Ser, para que derramen sus bendiciones generosamente y me preparen en cuerpo, mente y espíritu para afrontar las pruebas que me resten pasar, adecuadamente.”
c.- Ofrenda: Dicho esto diríjanse al Oratorio como si guiaran a los Visitantes, enciendan los cuatro velones con la vela y siéntense nuevamente visualizando a los Arcángeles frente o junto a Ustedes, ya sea de pie o sentados en tronos, o como si flotaran en la habitación rodeados de una nube luminosa. Esta visualización depende sólo de ustedes y de la idea que pueden formarse de Ellos y la situación.
Sin detenerse demasiado en detalles que no vienen al caso, sientan interiormente y con toda el Ser la presencia de Ellos. Y luego digan la siguiente oración:
“Estas velas, este incienso y estas flores son el presente y homenaje que dispuse para Ustedes, Amados Seres de Luz, como gratitud y ofrenda amorosa. Y si me lo permiten, entre el regocijo que siento por esta Divina Presencia, les solicito tengan la bondad de ayudarme en el curso de mi sendero concediéndome las gracias que necesito para crecer interiormente y superar las tribulaciones que me esperan en el mundo exterior.”
d.- Visualización: Luego de decir esto, fórmense la imagen de estar ante Hermanos Divinos llenos de generosidad y abundancia, que habrán de satisfacer todos sus pedidos con total Amor. Háblenles con respeto y sin temor, sin abrigar dudas. En la medida de la fe que pongan, así las Leyes Cósmicas los obedecerán en sus requerimientos. Recuerden que debe permanecer todo el transcurso del ejercicio en Amor, Respeto y Devoción, por
e.- Despedida: Luego de esta meditación final, dispónganse para clausurar el ejercicio. Con los velones aún encendidos, prepárense para despedirse simbólicamente de los Arcángeles. Para ello deberán decirles esta Oración:
“Amados Seres de Luz: les agradezco con todo mi corazón su presencia en mi Oratorio y, ya al final de este encuentro personal por hoy, me pongo al servicio de Ustedes con cuerpo, mente y espíritu, en la medida de mis capacidades, para que dispongan de mí en el trabajo Cósmico. Ustedes saben mejor que yo, el cómo, el cuándo y el qué. Yo sólo me entrego a Ustedes, en el nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.” Esta fórmula (como todas las demás) puede ser modificada, por supuesto, conforme al sentimiento, creencia y confianza de cada uno. Seguidamente se pondrán de pie, harán
f.- Este fue el Ritual correspondiente al Primer día. El Segundo día deberá repetirse sólo el punto 3, desde el párrafo “Ofrenda” hasta el párrafo “Despedida”. Finalmente, el tercer día deberá repetirse otra vez sólo el punto 3, pero desde “Ofrenda” hasta “Visualización”, para luego dar al Ritual el final definitivo que se detalla a continuación. (Es decir, el tercer día se omite el párrafo “Despedida”).
4) – CLAUSURA:
Luego de haber cumplido desde la “ofrenda” hasta la “despedida” como en los días anteriores, ahora debemos disponernos a despedir los Arcángeles que nos visitaron en estos tres días para pedirles que vayan a visitar a las tres personas que hemos seleccionado antes. Para ello deberemos recitar la siguiente oración:
“Amadas Presencias de Luz, les agradezco la visita a mi hogar y mi Oratorio con la que me honraron durante estos días. Ahora, lleno de
Luego de estas palabras, toman la vela y acompañan a los Arcángeles al revés que el primer día, hacia la puerta o ventana principal de la casa. Cuando llegan, visualizan el acto de despedirlos con toda la fuerza posible, exclamando:
“Amadas Presencias de Luz… ¡Vuelvan al Cielo, que otros los esperan!”
Luego de estas palabras finales regresan al Oratorio, apagan la vela y los velones, y quitan todo hasta dejarlo como acostumbran tenerlo.
Fin del Ritual
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