… y tienen por misión, cuidar del bien de los seres humanos y el universo entero. En casos de ataques por parte de los demonios, ellos tratan de luchar con todas sus fuerzas pero necesitan de ayudas, ya que al ser tambien ángeles, los espíritus invasores, tienen fuerzas similares. Es entonces cuando se desata una guerra nuevamente entre el bien y el mal. En casos así siempre será conveniente invocar el poder de San Miguel Arcángel y su milicia celestial (de el Arcangel Miguel, así como de todos los Arcángeles nos ocuparemos más adelante), para que asista en momentos tan duros en una batalla que se libra en el interior de la persona.
Cuando los espiritus negativos han tomado posesión de un lugar o persona, los ángeles guardianes o custodios han sido desalojados y en muchos casos son tomados como rehenes a nivel espiritual por parte de los rebeldes. En esos casos el ángel de la guarda nada puede hacer, pues se encuentra alejado de toda intervención.
El ángel de la guarda, como entidad de amor, siempre debe ser alimentado con frases de cariño y acompañarlo con oraciones. Mantener con él una buena comunicación, aún cuando no podamos oír claramente la voz que tanto deseáramos, nuestro ángel siempre nos oye y hará lo imposible por salvar nuestra alma.
Los ángeles están siempre dispuestos a ayudar, pero tambien depende mucho de la actitud y devoción de las personas hacia Dios y su confianza en sus servicios a través de los ángeles. No olvidar nunca que si el mal es una fuerza existente en infinidad de formas en el universo, el bien tambien está presente en infinitas modalidades y para reconocerlo, tan solo hace falta despojarse un poco de soberbias aprendidas y no naturales con que a veces hace alarde el ser humano. Entonces, llegará la visión clara y el oído atento podrá oir. Entonces verán a los ángeles sonriendo en todas partes.
"Aun en los peores momentos, cuando todo parezca perdido, cuando las sonrisas se hayan apagado; el abrazo de un angel tendras a tu lado"
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