jueves, 20 de diciembre de 2007

LOS ANGELES Y EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL.


Dado que estás leyendo este libro, doy por supuesto que de algún modo tienes interés en perfeccionarte espiritualmente. En este campo la ayuda que los ángeles nos pueden dar es sencillamente inimaginable.

La iluminación, la unión con Dios, el “despertar”, la conciencia de la Realidad, el trascender al mundo físico, el nirvana, la piedra filosofal o el satori son sólo diferentes palabras para expresar eso que en esencia es indefinible y que constituye la ansiada meta de todos los verdaderos buscadores espirituales.

La enseñanza de los ángeles al respecto no puede ser más refrescante ni alentadora: “disfrutad, es necesario adoptar un punto de vista alegre, divertido, así generaréis buena suerte, y tanto la verdadera felicidad como la elevación espiritual estarán pronto llamando a vuestra puerta.

El sufrimiento puede ciertamente enseñarnos lecciones muy valiosas, pero sólo si identificamos su causa, de lo contrario será un sufrimiento inútil y hará que malgastemos nuestras vidas.

Esta integración del sentido del humor en la búsqueda espiritual es uno de los rasgos más característicos de la enseñanza de los ángeles. Las antiguas religiones de la India coinciden totalmente con esta visión: la imagen más usual del Dios Shiva es la del “Danzarín Supremo”, quien con su alegre danza crea los mundos y las galaxias. La palabra sánscrita Lila significa “el divino juego de la creación”, o el juego divino del universo, es decir que para los hindúes el motivo por el que Dios creó el universo es por simple juego, por pura diversión.

Los ángeles quieren enseñarnos a jugar y divertirnos, dos campos en los que son expertos.

La búsqueda de la iluminación es mucho más fácil si mantenemos una actitud abierta y positiva, si siempre esperamos que ocurra lo mejor, y si constantemente miramos hacia el lado luminoso de las cosas. Ese lado luminoso es donde están los ángeles, y ellos siempre estarán dispuestos a ayudarnos a convertirnos en lo que en realidad ya somos.

A la hora de pedir su ayuda no temamos plantearles nuestras más elevadas aspiraciones. En esto más que en cualquier otra cosa, pueden ayudarnos y están deseando hacerlo. Nuestra elevación es su felicidad.

Cada paso que damos en esa dirección genera una gran fiesta en el cielo.

Walker, David.

“Los angeles pueden cambiar tu vida”.

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